Hacerse ilusiones
Hacerse ilusiones no es tan malo, aunque sepas que no es verdad, que no va a pasar, aunque en el fondo no te permitas despegar los pies del suelo ni perder la perspectiva y te des cuenta perfectamente de que es una quimera; quizás la clave esté en eso, en lograr el equilibrio entre el autoengaño y el ser perfectamente consciente de la realidad; ¿o acaso ese equilibrio es imposible?
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